Demandar ayuda es difícil, y empezar un proceso psicoterapéutico aún puede serlo más. Las personas nos sentimos tristes, alegres, enfadadas, frustradas, con miedos, vergüenzas e inseguridades. Es habitual.
Entonces, ¿cuándo es el momento para dar el paso?
Los niños y adolescentes viven en un continuo cambio físico y psicológico. Como padres, resulta complicado conocer qué les está pasando y cómo podemos acompañarles. Ayudarles en este proceso es posible.
La sexualidad está presente desde el nacimiento y nos acompaña en nuestro desarrollo biopsicosocial. Los problemas sexuales son habituales y pueden aparecer en cualquier momento.
La pareja es la unión de dos personas con su propia historia individual y compartida. En el día a día pueden surgir conflictos y diferencias con nuestro compañer@.
El cerebro humano es complejo, pero a través de diversos test neuropsicológicos podemos hallar una correlación entre su funcionamiento y nuestra conducta. Su estudio nos acercará al por qué de esta conducta problemática.
En mi consulta apuesto por un modelo de trabajo que aborde el tratamiento desde múltiples enfoques, combinando técnicas y estrategias que resultan efectivas para cada persona. Para ello, me sirvo de dos niveles de análisis, uno global y otro específico. El primero facilita el conocimiento del sujeto y su historia; mientras que el segundo aporta información sobre lo que le pasa a la persona que solicita ayuda.