Crearse a uno mismo

¿Cómo soy? ¿Cómo es la persona que tengo a mi lado? ¿A quién me parezco? Estas son algunas de las preguntas que nos hacen humanos y que van vinculadas con el origen de nuestra existencia. El problema surge en la sociedad en la que vivimos, en esta sociedad en la que el tiempo es el factor que guía nuestros ¨quehaceres¨ y en el que apenas disponemos de un espacio para reflexionar sobre nosotros y lo que nos rodea. Vamos a pensar unos segundos, si tuvieras que describirte en 3 palabras, ¿cómo lo harías? ¿Coincidirían tu grupo de amigos, familiares o los compañeros de trabajo?

Es difícil delimitar el concepto de personalidad, de cuándo y cómo se estructura y la forma de evaluación. Sin embargo, todos tenemos una teoría implícita de la personalidad. Los teóricos coinciden a la hora de admitir que la personalidad es aquello que permite prever las tendencias estables de una persona a comportar de un manera específica en diferentes situaciones, es lo que nos hace únicos, exclusivos.

Si conocemos a unos gemelos (personas con el mismo material genético) al principio nos puede resultar complicado diferenciarlos, pero a medida que interaccionamos nos percatamos que piensan, sienten y actúan con un estilo propio; por lo tanto, la personalidad no sólo es biología. Pero… ¿cuánto es heredado y cuánto se lo debemos a la experiencia? De estas dos cuestiones nacen los conceptos de temperamento y carácter. El primero tiene un componente más biológico; mientras que el segundo se centra en el aspecto cultural y aprendido de la persona.

Ya en la antigua Grecia los estudiosos se preocupaban por agrupar a las personas en función de su cuerpo y de asignarles ciertos rasgos psicológicos. En la actualidad no existe una única teoría; si bien es cierto, algunas investigaciones empíricas se llevan a cabo a través del Modelo de los 5 Grandes, mientras que otros ponen el énfasis en los desarrollos teóricos psicodinámicos.

En psicología cuando se habla de los Cinco Grandes Factores de la Personalidad se hace referencia a los 5 Rasgos (Apertura a la experiencia, Responsabilidad, Extraversión, Cordialidad y Estabilidad emocional) que definen la personalidad humana y que permiten explicar las diferencias individuales. Numerosos profesionales de Recursos Humanos lo utilizan como método de selección de personal o como ayuda para organizar la plantilla.

Los rasgos son disposiciones persistentes e internas que hacen que el individuo piense, sienta y actúe de una manera característica. Los rasgos de personalidad pueden convertirse en trastornos de personalidad cuando son inflexibles, desadaptativos, omnipresentes, de inicio precoz, resistentes al cambio y cuando causan un deterioro funcional significativo o un malestar subjetivo.

El psicoanálisis sitúa el foco de estudio en la estructura de la personalidad. La estructura de la personalidad es la forma en que se organiza nuestro funcionamiento mental de manera estable, y por tanto, es nuestra disposición de sentir, de reaccionar y de relacionarnos con los demás. Freud utiliza un símil para explicar esta cuestión, compara la estructura de personalidad con un bloque de mineral cristalizado. De forma que si dejas caer dicho bloque, éste se rompe, pero no de forma aleatoria; las fracturas seguirán las líneas de soldadura cuyos límites, direcciones y angulaciones, aunque invisibles exteriormente, se encuentran ya preestablecidos de manera precisa, fija y constante para cada cuerpo en particular.

Según Bergeret, existen dos estructuras psíquicas estables; la neurótica y la psicótica. Entre estas dos estructuras queda un espacio (una especie de ¨cajón desastre¨) para incluir otras entidades que están a medio camino entre la neurosis (neurosis obsesiva y neurosis histérica) y la psicosis (esquizofrenia, melancolía y paranoia), se trata de los estados límites.

Lamina 1 Rorschach

Lamina 3 Rorscharch

La evaluación de la personalidad dependerá del modelo utilizado. Desde la perspectiva psicométrica o de los rasgos, se utilizarán cuestionarios (autoinformes estructurados) de personalidad que nos indiquen en qué medida una persona presenta los rasgos analizados por el test. Por el contrario, el psicoanálisis realizará una visión más holística de la personalidad y usará para su análisis la entrevista y los test proyectivos, técnicas más flexibles y menos estructuradas.

Los cuestionarios nos indican cómo una persona se ve a sí misma, su autoconcepto. Presentan dos fuentes de error; la manipulación (el sujeto quiere falsear la respuesta deliberadamente) y la deseabilidad social (persona, involuntariamente, intenta mostrar una imagen de sí socialmente deseable). Para superar estas dificultades es conveniente utilizar varias pruebas.

Por otro lado, las técnicas proyectivas, permiten evaluar la estructura de la personalidad sin que el sujeto conozca qué es lo que se mide. El más conocido es el psicodiagnóstico de Rorschach o comúnmente denominado ¨Test de las Manchas¨. Se trata de un test formado por 10 láminas en las que se pide al sujeto que responda lo qué ve en ellas. En la clínica actual, especialmente con niños, se usan los test proyectivos gráficos en las que el sujeto debe realizar un dibujo, se analiza cómo se ha dibujado y qué se ha dibujado.

A grandes rasgos, podemos decir que no es posible establecer una definición clara de qué es la personalidad y por lo tanto, tampoco podemos ponernos de acuerdo a la hora de evaluarla (a pesar de que existe una subdisciplina dentro de la Psicología que se encarga de su estudio). Si bien es cierto, ¨somos la suma de lo que heredamos y de lo que aprendemos¨, y por lo tanto, no venimos determinados por los genes; cada día nos construimos y reconstruimos. En función de nuestra capacidad para superar los conflictos, tendremos una personalidad sana o patológica. De esta manera, la personalidad puede ser nuestro mejor aliado, permitiéndonos adaptarnos y enfrentarnos a las dificultades del día a día.

Si piensas y/o sientes que hay partes de tu persona que te hacen daño, te incomodan o te producen malestar, busca una alternativa, trabaja en moldear tus propias facetas y atributos, CRÉATE en el tiempo.