De la selva a la nariz

La cocaína pura era extraída originalmente de la hoja del arbusto de la coca del género ERYTHROXYLU, que crecía en las laderas de los Andes hacia la amazonia, entre 600 y 2000 metros a nivel del mar. Se estima que su cultivo y consumo en el nuevo mundo data de 3000 años a.C, y que 500 años a.C ya se usaba masivamente por pobladores de Colombia y Perú para mejorar su rendimiento físico y disminuir su sensación de hambre. Se trata de una planta con pocas necesidades que se adapta a cualquier tipo de suelo; produce de 3 a 4 cosechas al año y pueden ser productivas incluso durante 20 años.

A partir de 1859, numerosos fueron los hombres que empezaron a ver en la cocaína un negocio. En ese año, el químico alemán , Albert Nieman, extrajo de la hoja de coca el alcaloide metil-benzoil-ecgonina y lo llamó cocaína. Posteriormente, en 1863, el químico y comerciante italo-francés Angelo Mariani, mezcló vino de Burdeos con extractos de la hoja de coca, produciendo un vino que fue reconocido durante más de 20 años como una excelente bebida tonificante para el cuerpo y el cerebro. Hacia 1890 existían ya numerosas bebidas con extractos de coca, entre ellas, los licores Mariani y el French Wine of Coca.

Mientras el uso y abuso de la cocaína se hacía cada vez mayor, el médico austriaco Karl Koller, a sugerencia de Sigmund Freud, practicó por primera vez la anestesia local en oftalmología (1882), mientras que Freud la utilizó como terapia para curar la tristeza, aumentar la libido y curar la adicción a la morfina. El propio doctor, la consumió durante doce años y describió su experiencia en una obra titula Uber coca, según él, la utilizaba “para destrabar la lengua”.

Fueron tan populares los vinos y licores a base de cocaína que eran degustados por la mayoría de intelectuales y famosos de la época, como la reina Victoria, Thomas Edison;  Julio Verne y el Papa León XIII, que tenía la costumbre de pasearse con una cantimplora llena de este vino colgada de la cintura.

El consumo siguió incrementándose, a la vez que los problemas de salud. La compañía Coca-Cola recibió una fuerte presión de la opinión pública para que eliminara las hojas de su refresco, y así lo hizo en 1903. Posteriormente, el gobierno de los Estados Unidos informó de 5000 mil muertes relacionadas con la cocaína en el 2012 y 10 años después  fue prohibida oficialmente.

En la década de los 70, la cocaína surgió como la nueva droga de moda para los artistas y hombres de negocios. A finales de los 80, se había convertido en una sustancia consumida por personas con ricas que podían mantener el habito de consumo regular. La cocaína volvió a ser un símbolo de estatus y reconocimiento social que estaba presente en fiestas exclusivas, reuniones de negocios, banquetes…

A día de hoy, la cocaína es clasificada bajo la Lista II (Schedule II) de la Ley de Sustancias Controladas, lo que significa que tiene un gran potencial adictivo, pero que puede ser administrada para uso médico (anestesia local).

Actualmente la cocaína impera en el mundo de la química ilegal. Durante la presentación del informe mundial sobre drogas 2018, señalaron datos alarmantes. En 2016, 18,2 millones de personas consumieron cocaína, un 7% más que el año anterior. Además, la producción mundial de la droga aumentó en un 56% entre el 2013 y 2016. Desde los 90, Colombia se convirtió en el país con mayor cultivo de coca. Resumiendo, el consumo de cocaína es más frecuente en hombres que en mujeres, y en la franja de edad de 15 a 34 años, con una edad de inicio a los 20 años.

De esta manera, las hojas de coca y sus derivados han sido elogiadas y maldecidas. Lo que empezó siendo una sustancia con alto potencial curativo, se ha convertido en un polvo blanco capaz de destruir la vida de una persona y de sus allegados.