Freud, se dio cuenta de que muchos de los síntomas de sus pacientes desaparecían cuando estos alcanzaban el insigth, es decir, cuando lo inconsciente se hacía consciente. Más tarde, también añadió que era necesaria la interpretación y la elaboración para que el tratamiento fuera efectivo y los síntomas desaparecieran de manera estable. Pero ademas observó que otros muchos síntomas acompañarían a la persona hasta el final, cumpliendo una función estabilizadora.
El síntoma, con su condición dual, se nos presenta como conflicto y como defensa; como dolor y como satisfacción; como consciente y como insconsciente.
El síntoma es un mensaje deformado del inconsciente que nos habla del sujeto y de su historia.