La personalidad

Entendemos la estructura de personalidad como una organización relativamente estable de los procesos mentales de la persona. En función de la historia de cada sujeto y de su carga genética se configura una organización única a le damos el nombre de personalidad.

Freud, en Nuevas conferencias de introducción al psicoanálisis (1932) establece una correspondencia entre el mundo físico y el psicológico. Con su metáfora del cristal, intenta dar una explicación de la estructura de personalidad. “Si arrojamos un cristal al suelo se hace añicos, pero no caprichosamente, sino que se fragmenta siguiendo líneas de escisión cuyo deslinde, aunque invisible, estaba comandado ya por la estructura del cristal.” 

Es importe prestar atención a la distinción entre estructura y patología. Antes de Freud, se clasificaba a las personas de normales y de enfermos mentales, entre los que se incluían a los psicóticos y a los neuróticos.

Por el contrario Jean Bergeret, autor que realizó un extenso estudio sobre la personalidad, diferencia la personalidad normal y patológica en función del grado de adaptación del sujeto a las realidades internas y externas. Para este psicoanalista, sólo existen dos estructuras auténticas; la neurótica (obsesiva e histérica) y la psicótica (esquizofrenia, melancolía y paranoia). Entre estas dos estructuras queda un espacio para incluir otras entidades que están a medio camino, se trata de los estados límites, organizaciones menos especificadas de manera duradera. Son las dos primeras las que llegarían a constituir unas estructuras sólidas, fijas y definitivas.

Aunque el término NEUROSIS este ya desaparecido en las actuales guías de clasificación diagnostica, sigue siendo muy utilizado por los seguidores y practicantes del psicoanálisis. Este término fue introducido por el médico escocés Willian Cullen en 1769; mientras que el término PSICOSIS fue acuñado por Feuchtersleben en 1845. Estas dos nociones no se corresponden con lo que hoy entendemos por psicosis y neurosis.

La evolución de los términos se realizó en planos diferentes. La neurosis era considera afectación de los nervios y era tratada por un médico, mientras que la noción de psicosis designaba afectaciones psíquicas (que no tuvieran causa en el sistema nervioso) y que pertenecían al alienista.

Solo a finales del siglo XIX se establece la oposición NEUROSIS-PSICOSIS, entidades que se excluyen entre sí desde un punto de vista conceptual. Freud ya se encuentra con esta distinción y lo innovador fue tratar de conocer cuál es el mecanismo psicógeno presente en estas dos afecciones. De ahí, que para conocer la estructura de un individuo deberemos preguntarnos por estas 4 cuestiones: ¿cómo es su angustia? ¿Qué tipo de relaciones establece? ¿Cuáles son sus mecanismos de defensa? ¿Qué síntomas presenta?

Conocer la estructura de personalidad nos ayuda a establecer un marco de compresión, el objetivo no es etiquetar sino entender. Por todo esto, es muy importante utilizar la teoría para dar sentido a cada caso, un marco que nos sirve de guía y nos ayuda a navegar en las profundidades de la mente.