Cuerpo y obsesión

Hoy en día sabemos que el culto al ideal de belleza es un producto social con el que los medios de comunicación y la industria nos invaden diariamente. Bajo el lema de perfección, seguridad y empoderamiento, el cuerpo es una estrategia de control, la persona debe mostrarse siempre “perfecta” ante los ojos de los otros y los suyos propios.

Anorexia y Bulimia, los dos grandes síndromes incluidos dentro de los trastornos de la alimentación, son los quebraderos de cabeza de muchas mujeres, hombres y de sus familiares. Ambas, Anorexia y Bulimia, suelen ir acompañadas de síntomas depresivos, ansiedad, baja autoestima, insomnio, cansancio, etc.

ANOREXIA NERVIOSA

  • Deseo del sujeto de seguir adelgazando aunque haya perdido gran porcentaje de su peso (IMC Menor que 17.5, CIE-10).
  • Miedo intenso a ganar peso
  • Distorsión de la imagen corporal

 

BULIMIA NERVIOSA

  • Preocupación continua por la comida, con deseos irresistibles de comer, en los que el sujeto consume grandes cantidades de comida en periodos muy cortos de tiempo.
  • Miedo intenso a engordar
  • La persona intenta contrarrestar el aumento de peso

Anorexia, etimológicamente significa “falta de apetito” mientras que bulimia hace referencia al “hambre desmesurada”. Parecen opuestos en relación a la conducta, pero presentan grandes similitudes, alternándose en numerosas ocasiones en una misma persona. Guiora, en 1967, acuñó el término disorexia para englobar a la anorexia y a la bulimia, otorgando un mismo trasfondo psicopatológico para estas dos alteraciones alimentarias. 

La base de estos trastornos es el malestar que presenta la persona con su cuerpo, una fijación corporal en el que la persona mantiene un miedo persistente a engordar. Aparece una preocupación extrema por el cuerpo que hace que la persona esté la mayor parte de su tiempo angustiada y obsesionada con su físico y su peso.

El malestar con el cuerpo es la proyección de un malestar interno. A veces se trata de un problema de aceptación, otras de la necesidad de un control interno ante un exterior imposible de controlar, otras es una vía para canalizar el estrés diario. Pueden ser muchos los motivos y las causas que nos lleven a cambiar nuestro patrón alimentario. Eso sí, lo que al principio empieza como una medida para encontrarse mejor, acaba siendo una autentica pesadilla. La culpa, la vergüenza y la frustración cada vez es mayor, al igual que el control/descontrol de las comidas y del resto de actividades. TODO gira en torno a la comida. 

Es difícil salir de este bucle adictivo. La psicoterapia es un espacio para hablar de lo que nos pasa más allá de la comida y de sus kcal. Un espacio para recuperar tu vida y dar un lugar proporcional a la comida y al cuerpo sin que este aspecto nos invada.