NIÑOS Y ADOLESCENTES
Cada niño tiene sus propios tiempos. El crecimiento no es homogéneo en todas las áreas. Ser niño no es fácil, viven en un cambio físico y psicológico constante y a muchos les cuesta hacer frente a esta situación. Los más pequeños, al no ser capaces de verbalizar lo que les pasa, suelen presentar alteraciones primarias como falta de control de esfínteres, miedos extremos, rabietas y problemas de comportamiento. Mientras que los adolescentes suelen manifestar síntomas más similares a los de los adultos, aunque enmarcados en su momento vital.